lunes, 16 de julio de 2012

¿Cómo escribir ahora?

Llevo mucho tiempo con el cerebro atascado. El atascamiento que hace que no salgan las palabras, las palabras correctas. Creo que se debe a que mi musa ha desaparecido.

Seguro que muchos recuerdan el día que te levantas habiendo dejado atrás los cuentos de hadas y fantasías. Ese paso hacia una nueva forma de entender las cosas, que te hace cuestionarlas, analizarlas, agruparlas.

Ese tipo de cambio es el que me sucede a mi cuando no consigo escribir. Me vuelvo torpe si tengo un lápiz o un teclado, las ideas se obstruyen y al final me enfado, me canso o me rindo.

Cuando escribo, me encuentro con ese niño que muchos dejan atrás. El niño que no duda, el niño que fantasea. Para escribir necesito a mi musa, siguiendo la metáfora que he empleado, necesito volver a escuchar un cuento como un chiquillo de 7 años.

 Me quito el velo de incredulidad y dejo que las palabras hablen por si solas, que hablen con el significado que ellas tienen, que expliquen lo que no consigo que hagan si las obligo a adoptar una forma lógica o a cambiar para que sean correctas.

Y hoy no hay musa que me lleve hasta ese niño que jugaba con dinosaurios de juguete y deseaba desenterrar un Estegosaurio.


Siempre ha sido uno de mis dinosaurios preferidos >.<